En algún lugar de la escuela, a mediodía, se oye el sonido de dos chicas que juegan juntas al ping-pong mientras esperan a que pase el tiempo.
Como si fuera cosa del destino, dos estudiantes -Sakura Adachi y Hougetsu Shimamura- se encuentran en la segunda planta del gimnasio de la escuela. A medida que van forjando una incipiente amistad, sus sentimientos mutuos se vuelven cada vez más ambiguos. Cada día más unidas, las dos deben aprender a manejar sus personalidades opuestas y a determinar la profundidad de su afecto mutuo.
La naturaleza de esta relación cambia gradualmente cuando una de ellas empieza a desarrollar sentimientos más allá de los límites de una relación platónica. Aun así, Adachi y Shimamura deben darse cuenta de que si formar un vínculo más fuerte que la amistad les acercará o les separará.