Animal Factory (2000)

Ron, un habitante de los suburbios, es un joven mimado y no está demasiado preocupado por los cargos de posesión de marihuana que pesan contra él. Pero, después de que lo acusaran de ser un traficante de drogas, se enfrenta a una sentencia de cinco años de cárcel en la prisión estatal de San Quentin. Ron, físicamente frágil y poco acostumbrado a su duro entorno, está preparado para ser víctima de depredadores sexuales y guardias acosadores, hasta que se hace amigo de Earl, un recluso veterano que encuentra un significado en proteger al chico nuevo y vulnerable.